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La innovación tecnológica como soporte al proceso global de innovación

 

Responder a la pregunta “¿qué es innovación?” puede llevar a tantas respuestas como teóricos existan. Aún es más, cada persona puede tener su propia interpretación a la luz de su experiencia de vida o profesional. Es el objetivo de este escrito tratar la expresión “innovación tecnológica” relacionándola con un concepto general de innovación.

Para iniciar, se reitera en el concepto básico de innovación presentado por la Corporación ENLACE quien la define como un “proceso en donde el conocimiento se aplica de manera organizada para generar valor”. Este último componente – generación de valor – puede abrirse en dos corrientes según la óptica utilizada. Una primera concepción de “generación de valor” se encuentra en la  “innovación empresarial” que se puede percibir en nuevos modelos de negocio, en nuevos procesos (de producción, logísticos, de manejo de información entre otros) y especialmente en nuevos productos o servicios ya sea creando unos que no existan en el mercado o mejorando los atributos de los que actualmente existen. Todo lo anterior genera valor a los clientes y también al proponente de la innovación. Una segunda opción alrededor de la “generación de valor” se encuentra en el concepto “innovación social” que surge del concepto de “nuevas ideas que funcionan”.  Nuevos procedimientos, formas de relacionamiento e incluso nuevos productos generan una transformación social colectiva que en sentido positivo mejora de manera sostenible la calidad de vida de una población.

Habiendo compartido de manera breve este marco que plantea el concepto de “innovación” y dos formas de concebirla “empresarial” y “social”, ahora se señala como la “innovación tecnológica” se entrelaza con los conceptos anteriores. Para hacer esto es importante plantear la pregunta “toda innovación es innovación tecnológica?” la cual puede emerger del siguiente planteamiento: “Si innovación es conocimiento aplicado y en términos estrictos  tecnología también es conocimiento aplicado, entonces toda innovación se basa en la tecnología lo cual se convierte inmediatamente en innovación tecnológica”. Siendo lo anterior un buen acertijo cuya solución no tendría fin, la intención de este escrito es plantear que no toda innovación es innovación tecnológica. Para esto se plantea que la “innovación tecnológica” usa conocimiento especializado en una rama del saber (biotecnología, nuevos materiales, TIC, nanotecnología entre otras) lo cual permite la consolidación de “paquetes tecnológicos” que apoyan la generación de nuevos productos o procesos que generan o ventajas competitivas a las empresas (innovación empresarial) o establecen alternativas para mejorar condiciones sociales en una comunidad (innovación social).

Se puede plantear que con el paso de tiempo casi toda innovación va a requerir su condición de innovación tecnológica, hecho que depende del tipo del sector en el cual una organización funcione. Quizás las tecnologías de la información permeen toda la estructura social y lleven a que las innovaciones sean tecnológicas y específicamente en esta área. No obstante lo anterior, aún hay un campo extenso para que el ejercicio de la innovación aún se centre en elementos diferentes a los componentes tecnológicos. Nuevos esquemas de toma de decisiones, de relacionamiento, de empoderamiento del talento humano, aún de mercadeo puede ser expresiones de innovación sin el componente tecnológico.

Finalmente no importa si la innovación adelantada por una organización sea tecnológica o no, lo clave es que ésta genera el valor esperado y que sea dentro del marco estratégico que se haya definido, independiente también de que si el valor a generar sea empresarial o social.

Carlos Humberto Contreras Ferrer

Categoría:
  Noticias
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